ENTRENAMIENTO AUDITIVO

Las dificultades a las que se enfrenta una persona con pérdida auditiva suelen ir más allá de oír mejor o peor a una determinada intensidad. Por suerte, la alta tecnología que los audífonos actuales poseen ayuda a minimizar estas dificultades. En efecto, los canceladores de feedback, enfatizadores del habla, reductores de ruido o la transposición frecuencial son algunas de estas ayudas.

            Sin embargo, no hay que olvidar que el audífono trabaja sobre los sonidos del medio que nos rodea y que éstos son enviados a nuestro sistema auditivo y córtex cerebral. Si modificamos y mejoramos tecnológicamente los estímulos sonoros para poder oírlos con más claridad ¿no debemos ayudar a nuestro oído a escucharlos mejor y conseguir el mayor rendimiento posible? 

            Es en este punto donde aparece la idea del Entrenamiento Auditivo. No en vano, desde hace décadas vienen observándose resultados que refuerzan el éxito de estos ejercicios obteniendo una mejoría de la sensación sonora, aumento en el porcentaje de discriminación de palabras, tanto en ambientes silenciosos como ruidosos y, por todo ello, un mejor bienestar emocional de la persona que retroalimenta asimismo éstos resultados.   







            Los ejercicios de Entrenamiento Auditivo buscan mejorar la atención hacia los estímulos del habla, diferenciando sonidos similares, siguiendo conversaciones,  variando distancias, fuentes de procedencia y, si es necesario, en condiciones de relación habla-ruido elevada, con el objetivo de gestionar mejor situaciones ruidosas en las que el usuario del audífono se pueda ver inmerso en su actividad diaria. Es posible, de esta manera, la renovación de la imagen auditiva de las palabras y una mayor habilidad para descartar los sonidos que no nos interesen como algunas conversaciones simultáneas, cruzadas o ruido ambiente elevado.
Además, todas estas actividades se complementan con ejercicios de lectura labial. El apoyo visual, que trabaja al margen de ruidos incómodos o voces difíciles, sigue aumentando nuestro porcentaje de acierto y comprensión en las conversaciones en las que podamos participar.


El entrenamiento auditivo, englobando a la lectura labial, se consolida por tanto como una ayuda fundamental. La mejoría de la atención y discriminación auditiva junto con la visual va a reforzar nuestra inteligibilidad en aquellas conversaciones, reuniones, clases, etc… que se nos puedan presentar difíciles o complicadas.

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